Debajo de la vitalidad imbatible de esta joven de amplia sonrisa se esconde una vida de violencias. La primera asomó nada más nacer. Su familia vivía en el degradado suburbio de Kibera, a las afueras de Nairobi, rodeada de todo lo que debería estar alejado de un bebé: miseria, drogadicción y delincuencia.
Cuando tenía 16 años, sufrió su primera violación. Un grupo de chavales de su entorno la encerró en una habitación y ella, inmóvil por el miedo, no pudo oponer resistencia.
Una experiencia traumática de la que Pauline Juma no habló con nadie por miedo a no ser creída. Con 19, la obligaron a casarse con un hombre bastante más mayor que ella. “Sufrí malos tratos”, explica a ACI Prensa sin querer dar más detalles.
Tras escapar de su casa, trató de buscar trabajo en un bar, pero acabó prostituida, víctima de una poderosa organización criminal. De nuevo, Pauline volvió a guardar bajo llave esa experiencia porque “los explotadores amenazaban a mi madre”.
Todo cambió cuando conoció a la monja filipina Abby Avelino, perteneciente a las Hermanas Maryknoll de Santo Domingo, que desde julio del 2023 es la nueva Coordinadora Internacional de Talitha Kum, la Red Internacional contra la Trata de Seres Humanos.