A punto de estrenarse Descalzos, la película documental sobre Hakuna Group Music en España el próximo 14 de febrero, su productor musical, Íñigo Guerrero, considera que, entre las claves de su éxito, se encuentra que “cuando algo es verdad, es atractivo”.
Guerrero, un católico comprometido desde su juventud, recibe a ACI Prensa en su estudio (Iglú Producciones), y confiesa que, tras muchos años dedicado a la producción musical, cuando le llegó el encargo lo recibió “al principio, con un miedo terrible”, porque veía muy difícil sacar adelante un proyecto de música con este contenido y estilo.
Entre sus reticencias, reconoce, se encontraba el sentimiento generacional (nació en 1979) de que la “música religiosa era igual a algo que daba pereza, que era difícil, que pocas veces había conseguido enganchar a los jóvenes”.
Pero, tras hablar con el P. José Pedro Manglano y el grupo de jóvenes con los que iniciaba un camino nuevo que aún no se llamaba Hakuna, descubrió que “había algo distinto que se podía hacer y que podía quedar muy bien y muy digno y bonito”.
Como se explica en el documental, la oración está en la base de la composición de las canciones, que sólo en Spotify acumula más de 330.000 oyentes mensuales y entre las que destacan Huracán, Sencillamente o Madre de Hakuna, entre otras.
Guerrero también invoca en ocasiones al Señor cuando afronta su trabajo de revestir las composiciones que, casi siempre, le llegan casi desnudas, con una letra y unos pocos acordes de guitarra: “No siempre. Hay que ser sinceros también, porque hay veces que uno coge su oficio y empieza a trabajar. Pero sí que me ha pasado muchas veces llegar a callejones sin salida y entonces, claro, dices: Señor, esto, o me dices por dónde voy o…”.