El Arzobispo de Sevilla, Mons. José Ángel Saiz Meneses, inaugura este sábado el Jubileo decretado por la Penitenciaría Apostólica por el 150 aniversario de la Compañía de la Cruz, fundada por Santa Ángela de la Cruz.
La institución, que busca “hacerse pobres con los pobres para llevarlos a Cristo”, concreta su misión visitando y acompañando en sus casas a enfermos y necesitados a los que además preparan alimentos, ayudan con las tareas domésticas o con las rutinas de aseo.
También procuran la atención a enfermos que viven solos o cuyas familias no pueden hacerse cargo de ellos, en especial durante las horas de la noche, y ofrecen ayuda y alimentos a las personas necesitadas que acuden a las puertas de las casas de las religiosas.
Las hermanas de la Compañía de la Cruz viven de manera exclusiva de la Providencia. Sus ingresos proceden casi en su totalidad de “la limosna que piden de puerta en puerta”, como se describe en el sitio web Hermanas de la Cruz, creado por un laico en homenaje a la labor de la institución.
Asimismo, dedican parte de sus esfuerzos a la formación, tanto en la educación infantil y Primaria, como ofreciendo clases para adultos en materias como informática, sastrería o bordados e imparten catequesis a adultos y jóvenes.
Las hermanas de la Cruz cuentan entre sus obras con residencias para ancianos y orfanatos.