La Iglesia Católica en México reiteró su compromiso de apoyar a los migrantes en el país luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmara órdenes ejecutivas el 20 de enero para declarar emergencia nacional y endurecer las políticas migratorias.
Entre las medidas anunciadas destacan la reactivación de la política “Quédate en México”, las deportaciones masivas y una orden que busca eliminar la ciudadanía estadounidense por derecho de nacimiento.
En este contexto, los obispos de México, a través de un comunicado firmado por Mons. Eugenio Lira Rugarcía, responsable de la Pastoral de la Movilidad Humana (DEPMH), y Mons. Héctor Mario Pérez Villarreal, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) manifestaron “solidaridad, nuestra oración y nuestra determinación de seguirles sirviendo”.
“En medio de un crudo invierno, muchas personas y familias en situación de movilidad están viviendo momentos de angustia, dolor, miedo e incertidumbre ante las disposiciones del gobierno federal de los Estados Unidos relacionadas con la migración”, lamentaron los obispos.
Sin embargo, aseguraron que continuarán esforzándose “para que en nuestras casas, albergues y centros de acogida [los migrantes] encuentren techo y alimento; apoyo en la atención a su salud física, emocional y espiritual; ayuda para contactar a sus familias y obtener la documentación que necesiten; asesoría y acompañamiento legal para los trámites que requieran realizar”.
Actualmente, la Iglesia Católica en México cuenta con 54 casas de acogida, 12 comedores y 5 módulos de información en los que se brinda ayuda directa que pueden ser consultados en un mapa.