10 datos poco conocidos sobre Santa María Goretti, víctima de un intento de violación

10 datos poco conocidos sobre Santa María Goretti, víctima de un intento de violación
Pintura del siglo XX de Santa María Goretti. Crédito: Dominio Público.

Cada 6 de julio se celebra a Santa María Goretti, una pequeña de 11 años que murió tras defender su virginidad ante un intento de violación. Su vida guarda un significativo mensaje para los católicos de hoy.

Santa María Goretti, quien fue llamada la "dulce mártir de la pureza" y proclamada santa por el Papa Pío XII, no sólo destacó por su defensa de la castidad, sino también por otras virtudes como su amor a la Eucaristía y su devoción a la Virgen María.

A modo de homenaje, compartimos 10 datos poco conocidos sobre la vida de la santa que pueden ayudar a los fieles a crecer en la fe desde la infancia.

1. Trabajó desde pequeña

María nació el 16 de octubre de 1890 en Italia, en el seno de una familia pobre que se trasladó desde la provincia de Ancona hasta Ferriere di Conca, en la provincia de Lazio, para trabajar en los campos del conde Mazzoleni, según cuenta Vatican News.

Ella vendía huevos, preparaba la comida para los campesinos, remendaba ropa y cuidaba de sus hermanos menores.

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2. Fue una hija ejemplar

Tras la muerte de su padre, Luigi Goretti, María apoyó a su mamá Assunta en los quehaceres del hogar y cuidando de sus cinco hermanos. De acuerdo a Vatican News, ella prefería comer lo que sobraba de la comida para que los demás estén bien alimentados.

La niña solía infundir esperanza en su mamá, que sufría por el mal comportamiento y la actitud déspota de los Serenelli, la familia a la que se asociaron por dificultades económicas. "Ánimo, mamá, no tengas miedo, que ya nos hacemos mayores. Basta con que el Señor nos conceda salud. La Providencia nos ayudará. ¡Lucharemos y seguiremos luchando!", le decía.

3. Prefería morir antes que decir una mala palabra

Un día la santa expresó su indignación por escuchar a un joven y a una de sus compañeras decirse palabras obscenas.

"Lo que te entre por una oreja, que te salga por la otra. Mira, hija, como tú te sorprendes de las cosas de los otros, otros pueden sorprenderse con las cosas que tú hagas", le señaló su madre en una ocasión. La niña respondió: "Si yo alguna vez he de hablar así, prefiero morirme antes".

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4. No fue a la escuela

San Juan Pablo II narró en un mensaje que Santa María Goretti no pudo ir a la escuela por "las dificultades de la pobreza". Pero ella y sus hermanos fueron "educados por los padres en el respeto a sí mismos y a los demás" y en "el sentido del deber cumplido por amor a Dios".

5. Hizo la Primera Comunión con ayuda de su pueblo

La santa ansiaba recibir la Eucaristía desde pequeña, y cuando se lo dijo a su madre, ella le recordó que no sabía el Catecismo, ni leer, que no tenían "dinero para comprarte el vestido, los zapatos y el velo" y "ni un momento libre". La niña le respondió: "¡Pues nunca podré tomar la Comunión, mamá! ¡Y yo no puedo estar sin Jesús!".

Sus vecinos la ayudaron a prepararse para el sacramento, le consiguieron la ropa que necesitaba, y así María hizo su Primera Comunión el 29 de mayo de 1902, a los 11 años de edad, un año antes de lo que se acostumbraba en la época.

6. Solía rezar y ofrecer sus sufrimientos a la Virgen María

Cuando la niña perdió a su padre, buscó consuelo en la oración, en especial en el Santo Rosario. Además, solía rezar a la Virgen ante las propuestas indecentes y amenazas de muerte de Alessandro Serenelli, quien intentó violarla y terminó por asesinarla.

Luego de que su madre y el padre de Alessandro la encontraran gravemente herida tras el intento de violación, María fue llevada a un hospital, donde los médicos se sorprendieron de que no hubiera muerto y la operaron sin anestesia por su delicado estado de salud. Pese al dolor, ella no se quejó y ofreció sus sufrimientos a la Virgen.

7. Resistió un intento de violación

El 5 de julio de 1902, Alessandro Serenelli aprovechó que María estaba sola en casa e intentó violarla, pero ella se resistió gritándole: "¡No! ¡Es un pecado! ¡Dios no quiere eso!", y le advirtió que podía ir al infierno. Cegado por la rabia, el joven la apuñaló 14 veces y le dejó heridas graves en el corazón, pulmón izquierdo, diafragma e intestinos.

8. Perdonó a su agresor antes de morir

Antes de fallecer, el sacerdote le preguntó: "María, ¿perdonas de todo corazón a tu asesino?". Ella respondió: "Sí, lo perdono por el amor de Jesús, y quiero que él también venga conmigo al Paraíso. Quiero que esté a mi lado... Que Dios lo perdone, porque yo ya lo he perdonado".

Sobre ello, San Juan Pablo II resaltó que "el espíritu del perdón animaba las relaciones de toda la familia Goretti y, por esta razón, pudo expresarse con tanta espontaneidad en la mártir".

9. Su asesino se convirtió

Alessandro Serenelli fue condenado a 30 años de cárcel y parecía no tener remordimientos. Se arrepintió tras ser visitado por el entonces Obispo de Noto, Mons. Giovanni Blandini, y tras soñar a la santa derramando sobre él 14 lirios, el número de veces que la había apuñalado.

Cuando salió libre, buscó a la madre de la santa para pedirle perdón, dio su testimonio para ayudar la causa de beatificación y fue admitido en la Tercera Orden de San Francisco.

San Juan Pablo II destacó que el asesino "reconoció la culpa cometida, pidió perdón a Dios y a la familia de la mártir, expió con convicción su crimen y durante toda su vida mantuvo esta disposición de espíritu".

10. Una de sus hermanas se hizo religiosa

El sitio web del Santuario de Corinaldo recoge que el día de su martirio, la santa estaba cuidando de su hermana de dos años, Teresa Goretti. La bebé se despertó al escuchar los gritos de María y comenzó a llorar, ruido que hizo que su madre y el padre de Alessandro regresaran del campo a la casa y encontraran a la santa herida.

Teresa ingresó como religiosa el 23 de octubre de 1920 en el instituto de las Hermanas Franciscanas Misioneras de María, bajo el nombre de Sor María de San Alfredo. Se encontró con San Pablo VI en septiembre de 1969 y, diez años después, con San Juan Pablo II. Falleció el 25 de febrero de 1981 en un convento de su instituto en Orvieto.

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