Diciembre y enero son meses de receso de las actividades académicas y el tiempo más frecuentemente elegido para salir de vacaciones en Argentina. Por eso, el calendario misionero se reactiva para estas fechas, y numerosos grupos de jóvenes parten a llevar el mensaje de Cristo a diferentes puntos del país.
Uno de los destinos de muchos grupos es la Diócesis de Añatuya, en una de las zonas más pobres de Argentina, que entre diciembre y enero recibió a más de 700 jóvenes provenientes de colegios, congregaciones y parroquias de diferentes lugares de la Argentina.
Entre las provincias que enviaron a sus representantes estuvieron Buenos Aires, Córdoba (Capital y Río Cuarto), Santa Fe (Rosario y Rafaela), Mendoza, Salta y Jujuy. Los jóvenes llevaron el mensaje de Cristo y buscaron ser instrumentos de esperanza en el comienzo de este Año Jubilar.
A estas iniciativas se sumaron también cerca de 90 jóvenes de parroquias locales, en una búsqueda por fortalecer la unión de las comunidades y la fe en la diócesis.
Entre los misioneros locales y los que llegaron de las demás diócesis, sumaron más de 750 los jóvenes que visitaron Añatuya llevando la Palabra de Dios, sus testimonios y cercanía, acompañados por sacerdotes, religiosos, docentes, y catequistas.