Marwa es una bebé de un año que "gracias a Dios" despertó del coma inducido en el que se encontraba por un virus que la afectó gravemente y a quien los médicos querían desconectar de la máquina que la mantiene con vida, algo a lo que siempre se han opuesto sus padres.
Los médicos franceses dijeron a los padres que lo mejor era desconectarla porque el virus le había provocado graves problemas cerebrales y en los órganos vitales. Ellos se negaron porque confiaban en que Marwa saldría adelante.