Al final de la Misa en la Plaza del Pesebre de Belén (Palestina), el Papa Francisco lanzó una invitación a los presidentes de Israel y Palestina, Shimon Peres y Mahmoud Abbas: Ir al Vaticano a rezar delante de Dios por el don de la paz en Oriente Medio.
"Ofrezco mi casa en el Vaticano para acoger este encuentro de oración. Tantas personas construyen la paz con gestos pequeños. Muchos sufren y soportan pacientemente tantos intentos de construirla, y todos, especialmente aquellos que se han puesto al servicio de sus propios pueblos, tenemos el deber de hacernos instrumentos y constructores de paz, ante todo, a través de la oración".
"Construir la paz es difícil, pero vivir sin paz es un tormento. Todos los hombres y mujeres de esta tierra, en el mundo entero, nos piden que llevemos delante de Dios su ardiente aspiración por la paz", expresó el Santo Padre antes de la bendición final.