"Además los cuatro obispos, si bien ya no están excomulgados, no tienen una función canónica en la Iglesia y no ejercen lícitamente un ministerio en ella".
En octubre de 2009 el superior general de la Fraternidad, Bernard Fellay, señaló que el Vaticano consideraba la posibilidad de convertir a su grupo en una Prelatura Personal, una estructura similar a la del Opus Dei, como parte de las discusiones camino a la reconciliación.
Sin embargo, en enero de 2010 el obispo negacionista del holocausto y uno de los cuatro de la fraternidad San Pío X a quienes el Papa Benedicto XVI levantó la excomunión en 2009, Richard Williamson, señaló que las negociaciones de su grupo con la Santa Sede constituyen "una conversación entre sordos" en la que nunca se va a llegar a un acuerdo porque ambas posiciones son "absolutamente irreconciliables".
En febrero de 2011 Bernard Fellay confirmó esta opinión de Williamson y en una entrevista con los miembros en Estados Unidos de su organización, dijo que en el diálogo con la Santa Sede no han podido convencer a los representantes del Vaticano de hacer que la Iglesia regrese al estado anterior al Concilio Vaticano II, contraviniendo la voluntad del Santo Padre.