Un día como hoy, el 24 de febrero de 1582, el Papa Gregorio XIII anunció un nuevo calendario para reemplazar el que se usaba entonces y que ahora es de uso común en gran parte del mundo.
El calendario juliano había sido instaurado en todo el imperio romano por Julio César, en el año 46 antes de Cristo. Tenía también 12 meses y 365 días. Además, cada cuatro años se consideraba un año bisiesto.
Sin embargo, una pequeña inexactitud hizo que cada cuatro siglos se perdieran tres días. Actualmente, el calendario juliano, que aún es usado por las iglesias ortodoxas para sus fiestas religiosas, está 13 días atrás con respecto al gregoriano.