12 de noviembre de 2013 / 12:55 PM
"Ha sido como un tsunami. La ola que ha dejado sumergida a la ciudad de Tacloban, totalmente destruida, tenía 18 metros de altura. La zona de la provincia de Leyte (Filipinas central) golpeada por el tifón Haiyen es realmente amplia y la destrucción es notable. Infraestructuras y viviendas han quedado arrasadas. Se necesitará un plan de rehabilitación y reconstrucción de gran escala para poder restituir una vida normal a la población", afirma el filipino Eleazar Gómez, filipino, coordinador regional de Cáritas Asia.
En un comunicado enviado a la agencia vaticana Fides, Gómez comenta que "estamos cerca de las personas afectadas por el duelo y hacemos un llamamiento para que se realice una movilización internacional de los gobiernos, las ONG y los privados para las ayudas".
Según las estimaciones, han muerto a causa del tifón entorno a unas 10 mil personas, mientras que las familias de las personas sin hogar o desplazados son más de 900 mil. En total se calcula en 10 millones de personas afectadas por este desastre natural.