¿De acuerdo? No "jóvenes de museo", sino jóvenes sabios. Para ser sabios usar los tres lenguajes: Pensar bien, sentir bien y hacer bien. Y para ser sabios, dejarse sorprender por el amor de Dios y andá y quemá la vida. Gracias por tu aporte de hoy.
Y el que vino con un buen plan para ayudar cómo podemos andar por la vida fue Rikki. Con todas las actividades, con todo lo que hace, todo lo que hacen los jóvenes, todo lo que pueden hacer. Gracias Rikki, gracias por lo que hacés vos y tus compañeros. Pero yo te voy a hacer una pregunta: Vos y tus amigos van a dar, dan, dan, ayudan ¿pero vos dejás que te den? Contestate en el corazón.
En el Evangelio que escuchamos recién hay una frase que para mí es la más importante de todas. Dice el Evangelio que Jesús a ese joven lo miró y lo amó. Y cuando uno ve el grupo de compañeros de Rikki, uno los quiere mucho porque hacen cosas muy buenas, pero la frase más importante que dice Jesús es "solo te falta una cosa" –cada uno de nosotros escuchemos esta palabra de Jesús en silencio– ¿qué cosa me falta?
Para todos los que Jesús ama tanto porque dan tanto a los demás, les pregunto, ¿vos dejás que los otros te den de esa otra riqueza que no tenés?
Los saduceos, los doctores de la ley de la época de Jesús daban mucho al pueblo, daban la ley, le enseñaban, pero nunca dejaron que el pueblo les diera algo. Tuvo que venir Jesús para dejarse conmover por el pueblo. ¿Cuántos jóvenes que hay aquí saben dar pero todavía no aprendieron a recibir? Solo te falta una cosa: Ser un mendigo.
Esto es lo que nos falta: Aprender a mendigar de aquellos a quienes damos. Esto no es fácil de entender. Aprender a mendigar. Aprender a recibir de la humildad de los que ayudamos. Aprender a ser evangelizados por los pobres. Las personas a quienes ayudamos, pobres, enfermos, huérfanos, tienen mucho que darnos. ¿Me hago mendigo y pido también eso? ¿o soy suficiente y solamente voy a dar? Vos que vivís dando siempre, crees que no tenés necesidad de nada ¿sabés que sos un pobre tipo? ¿Sabés que tenés mucha pobreza y necesitás que te den? ¿Te dejás evangelizar por los pobres, por los enfermos, por aquellos que ayudas?
Y esto es lo que ayuda a madurar a todos aquellos comprometidos como Rikki en el trabajo de dar a los demás. Aprender a tender la mano desde la propia miseria.
Había algunos puntos que yo había preparado. Primero, que ya lo dije, "aprender a amar y aprender a dejarse amar".
Hay un desafío que es el desafío por la integridad. Y esto no sólo porque su país esté probablemente más afectado que otros por el cambio climático: la preocupación por el medioambiente. Y finalmente el desafío de los pobres, amar a los pobres. Vuestros obispos quieren que miren a los pobres de manera especial este año, ¿vos pensás en los pobres?, ¿vos sentís con los pobres?, ¿vos hacés algo por los pobres?, y ¿vos pedís a los pobres que te den esa sabiduría que tienen?
Esto es lo que hoy quisiera decirles a ustedes. Perdónenme porque no leí casi nada de lo que tenía preparado, pero hay una frase que me consuela un poquito: "La realidad es superior a la idea" y la realidad que ellos plantearon, la realidad de ustedes, es superior a todas las ideas que yo había preparado. Gracias, muchas gracias y recen por mí.