Por el siglo XVIII los jansenistas, corriente con visión equivocada sobre las enseñanzas de San Agustín y la gracia de Dios, fueron declarados herejes por la Iglesia Católica y divulgaron que la devoción a la Santísima Virgen era una superstición.
No obstante, San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia, salió en defensa de la Madre de Dios y publicó "Las Glorias de María", cuyo capítulo X describe 7 rasgos del Santo Nombre de María que todo cristiano debe saber.