16 de marzo de 2008 / 08:56 AM
El Papa Benedicto XVI destacó en su homilía de la Misa por Domingo de Ramos que "solo 'el amor hasta el extremo', solo el amor que por los hombres dona totalmente a Dios, es el verdadero culto, el verdadero sacrificio. Adorar en espíritu y verdad significa adorar en comunión con quien es la verdad, adorar en la comunión con su cuerpo, en el que el Espíritu Santo nos reúne".
Así lo expresó el Pontífice en su homilía de la que presidió en la Plaza de San Pedro a las 09:30 (hora local), en la que participaron miles de jóvenes que se preparan para la próxima Jornada Mundial de la Juventud que se realizará en Sydney en julio.
Tras la lectura del Evangelio de San Mateo, el Santo Padre cuestionó a los presentes: "¿Es nuestra fe suficientemente pura, de modo que a partir de ella también los 'paganos', las personas que hoy están en búsqueda y tienen sus preguntas, pueden intuir la luz del único Dios, asociarse en los atrios de la fe a nuestra oración y con ellos pedir convertirse ellos también en adoradores? ¿La conciencia de la avaricia y la idolatría también alcanzan nuestra praxis de vida? ¿No dejamos tal vez de varios modos entrar a los ídolos también en el mundo de nuestra fe? ¿Estamos dispuestos a dejarnos siempre purificar por el Señor, permitiéndole eliminar en nosotros y la Iglesia todo lo que le es contrario?"