El último cristiano que quedaba en el centro de Homs (Siria), después de la evacuación de la población civil, ha sido asesinado. Elías Mansour, de 84 años, cristiano greco-ortodoxo, no quiso dejar su casa, en la calle de Wadi Sayeh, porque tenía que cuidar de su hijo con discapacidad Adnane, pese a saber que su vida estaba en peligro.
Según informa la agencia vaticana Fides, el área de Wadi Sayeh –habitada por cristianos y musulmanes sunitas– se encuentra todavía en el centro de los combates entre el ejército y los rebeldes.
Los rebeldes están atrincherados en los barrios de Khalidiyeh, Bad Houd, Bustan diwan, Hamidiyah, hasta las calles de Wadi Sayeh y Ouret al Shayyah.