A pesar de que el Arzobispo de Barcelona (España), Cardenal Lluís Martínez Sistach, aseguró que en el Hospital San Pablo, administrado por un patronato en el que participa esa Arquidiócesis, no se realizan abortos, un informe de una enfermera de ese centro médico difundido recientemente revela lo contrario.

En su edición de setiembre de este año, la revista Rol, especializada en temas de enfermería, presentó un artículo de María Serret Serret, responsable docente de la asignatura Enfermería Materno-Infantil del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, en el que se revela el caso de un aborto realizado en un caso de un embarazo de gemelos.

En el artículo, titulado “Técnicas cognitivas en el cuidado enfermero aplicadas a la madre de un prematuro en UCI  Neonatal”, Serret Serret refiere que se procedió a una “reducción” (aborto), luego de “detectar una malformación en uno de los fetos”, a los seis meses de gestación.

El niño sobreviviente nació prematuramente y con problemas respiratorios.

El informe difundido por la revista Rol hace referencia a la detección del Síndrome Post Aborto en la madre, aunque no lo menciona explícitamente.

“La enfermera detecta gran cantidad de pensamientos negativos en ella, que interfieren notablemente en el proceso de vinculación con su hijo”, escribe la enfermera docente en su artículo.

La madre, de acuerdo al informe, manifestaba ideas como que no sabrá cuidar a su hijo y que ella no volverá “a la normalidad, esto no acabará nunca”.

“Un pensamiento que tengo muy a menudo es que me siento culpable porque cuando se murió el otro niño y me dijeron que sería difícil mantener a este en buenas condiciones, pensé que lo mejor era que él también se fuera (se pone a llorar)”, refiere la madre, citada por la enfermera en la revista española.

En declaraciones a ACI Prensa, el 2 de octubre, el doctor José María Simón Castellví, miembro del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios (Pastoral de la Salud) y Presidente de la Federación Internacional de Médicos Católicos (FIAMC), lamentó que “estamos siempre en lo mismo. (Los abortos) se hacen porque se han admitido”.
“Ante esta situación no se puede hacer mucho hasta que se cambie a los responsables”, indicó Simón Castellví, en referencia al jefe del Servicio de Ginecología, Joaquim Calaf Alsina, conocido promotor del aborto en España.

El Presidente del FIAMC aseguró que sus colegas ginecólogos aseguran que ante embarazos complicados, “ni siquiera en países difíciles, en África, se debe matar a un feto. Eso no existe”.

“Normalmente en los embarazos gemelares, trigemelares o de cuatrillizos, lo que hacen es tener a la mujer en reposo y se les hace cesárea llegado el momento. Algunos pueden no sobrevivir, pero esto que llaman ‘reducción embrionaria’ es un crimen”, afirmó.

Simón Castellví advirtió que este tipo de informes que justifican abortos son “una manera de engañar principalmente a gobernantes de Latinoamérica”, para que estos aprueben legislaciones favorables al aborto.

“Es parte del juego de la cultura de la muerte, que intenta engañarnos y decirnos para ver si en algún momento aflojamos tensión, que en algunos casos hay (abortos “necesarios), pero no es así”, señaló.

El P. Custodio Ballester, párroco de la Inmaculada Concepción de Hospitalet de Llobregat en Barcelona, uno de los primeros en denunciar los abortos en el Hospital San Pablo, manifestó a ACI Prensa que este artículo “se trata de una prueba fehaciente de la pertinacia con la que se practican abortos en el Hospital”.

Estos abortos se realizan, indicó el presbítero, “a pesar de todas las declaraciones de principios y desmentidos de la Muy Ilustre Administración en la que participa el Arzobispado”.

El P. Ballester también denunció que “los dos anestesistas que colaboraban en los abortorios del Dr. Morín (actualmente juzgado en España), Agustín Castrillo Ferrando y Ester Santacana Rillo, acusados de asociación ilícita y de varios delitos de aborto ilegal, trabajan todavía en el Hospital de San Pablo como Adjuntos del servicio de Urgencias”.

“El Dr. Joaquim Calaf, principal colaborador científico de las campañas abortistas del Departament de Salut de la Generalitat, es el Jefe de Ginecología del Hospital. Se hizo famoso cuando afirmó -con profunda sabiduría abortista- en una multitudinaria rueda de prensa: ‘Cuanto antes se realice la interrupción voluntaria del embarazo, mejor’”.

El sacerdote lamentó que “con estos personajes dirigiendo y trabajando en los servicios de Ginecología del Hospital de Sant Pau, el Señor Cardenal de Barcelona no puede esperar que el pueblo fiel entienda una presencia eclesial que el tiempo vuelve cada vez más escandalosa e ineficiente”.