Una solución, indican, "que no implica que el gobierno ponga en riesgo el acceso a la educación de las poblaciones pobres y pertenecientes a las minorías del estado, ni que se entrometa en el funcionamiento interno de las escuelas religiosas".
La respuesta, afirman, "es simplemente requerir que estas escuelas afirmen claramente –en sus sitios web y en sus materiales escritos– lo que creen, qué adaptaciones tienen la intención de proporcionar a los estudiantes, y qué es lo que se espera de los estudiantes en cuanto a la práctica religiosa y a la conducta personal".
"La mayoría de las instituciones de estudios superiores y universidades confesionales ya lo hacen", precisan.
Para concluir, el Arzobispo de los Ángeles y el pastor instan "al senador Lara y a los legisladores de California a que modifiquen el proyecto de ley SB 1146 de manera que proteja la libertad e integridad de las instituciones de educación superior cimentadas en su fe, y que preserve la libertad de los estudiantes pobres y pertenecientes a minorías de California para que puedan asistir a la universidad de su elección, independientemente de sus creencias religiosas".