El filósofo español Manuel García Morente, famoso pensador kantiano de la primera mitad del siglo XX, abrazó el cristianismo el 29 de abril de 1937, luego de un episodio místico en que tuvo una visión de Cristo crucificado.
Según relata el P. José María Montiu de Nuix en un artículo sobre la vida de García Morente, que estando este exiliado en Francia durante la Guerra Civil española, y en medio de una profunda depresión, el filósofo se dispuso a escuchar música. La melodía de "La infancia de Jesús", de Berlioz lo cautivó.
El P. Montiu señaló que "fue con ocasión de tan tierna belleza musical que por su extraordinario cerebro empezaron a desfilar diversas imaginaciones. Una de ellas le impresionó especialmente: Cristo crucificado abrazando con su afectuoso cariño a los que sufren, a los pobres dolientes".