Frente a la terrible situación de violencia que se vive en Apatzigán, estado de Michoacán (México) y ante las diversas amenazas del crimen organizado contra el clero, el P. Gregorio López (46), se ha visto obligado a oficiar la Misa vistiendo un chaleco antibalas.

"Morir por una causa como es la libertad de mi pueblo, vale la pena", señaló el sacerdote en una entrevista concedida a ElUniversal.com.mx quien conoce e identifica cientos de historias, testimonios y confesiones de violencia en la zona así como la manera como opera el crimen organizado.

El presbítero ha pedido a las autoridades que capturen a los líderes de las bandas y dijo que felicitaría al presidente del país, Enrique Peña, "le beso los pies el día que me tenga en la cárcel a Nazario Moreno, a Enrique Plancarte Solís y a Servando Gómez Martínez".

La violencia en la zona también llevó a que hace pocos días el Obispo de Apatzingán, Mons. Miguel Patiño Velázquez, alentará a los fieles de su diócesis a no perder la esperanza ante los graves hechos de violencia ocurridos en días recientes y que han dejado a la comunidad "hundida en el miedo y la zozobra".