14 de junio de 2013 / 10:25 AM
Para recibir el don de la salvación de Cristo es necesario reconocerse con sinceridad, como un frágil vaso de barro, débiles y pecadores, evitando toda forma de auto justificación, así lo afirmó el Papa Francisco durante la homilía de la Misa de esta mañana, celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta.
"Hermanos, nosotros tenemos un tesoro: éste de Jesucristo Salvador. La Cruz de Jesucristo, este tesoro del que nos jactamos. Pero lo tenemos en un vaso de barro. Jactémonos también de nuestro prontuario, de nuestros pecados. De esta forma el diálogo es cristiano y católico: concreto, porque la salvación de Jesucristo es concreta. Jesucristo no nos ha salvado con una idea, con un programa intelectual. No. Nos ha salvado con la carne, con lo concreto de la carne. Se ha abajado, hecho hombre, hecho carne hasta el final. Pero solamente, sólo se puede entender sólo se puede recibir, en vasos de barro".
El Santo Padre reflexionó sobre la Carta en la que Pablo explica a los cristianos de Corinto que, para que sea claro que la "extraordinaria potencia" de la fe es obra de Dios, debe ser derramada sobre hombres pecadores, en "vasos de barro".