La Congregación para la Evangelización de los Pueblos rechazó las "medias verdades y suposiciones" con que el diario italiano "Il Fatto Quotidiano" la acusó, entre otras cosas, de no pagar impuestos por su patrimonio inmobiliario.

"La Congregación de Propaganda Fide, no pocas veces, es objeto de atenciones nada benévolas y moralistas por parte de un periódico italiano conocido por su carácter crítico", advirtió la Congregación en un comunicado en referencia a "Il Fatto Quotidiano".

"Hace unos días, de nuevo, entre medias verdades y suposiciones, ha publicado noticias que no corresponden a la verdad. Por ejemplo, ha escrito que sobre el patrimonio inmobiliario gestionado por la Congregación no se paga el IMU (Impuesto municipal Único sobre los bienes inmuebles)". Sin embargo, afirmó, "sería suficiente acudir a las autoridades competentes para saber que en 2012 el Dicasterio ha pagado 1,952,000.00 euros, de IMU sólo en Roma. Del rédito derivado de los inmuebles se pagan los impuestos regularmente en Italia".

En su comunicado, la Congregación también recordó que los bienes administrados "provienen de donaciones de aquellos que, generosamente, durante el curso de los años, han querido contribuir a la obra misionera en el mundo".

"Como consecuencia, en Roma la Congregación provee además del sustento de la parte institucional, a la benemérita actividad cultural y formativa de la Universidad Pontificia Urbaniana, del Colegio Pontificio Urbano y de un sinnúmero de instituciones misioneras en África, Asia, Oceanía y América Latina/Caribe. La Universidad Pontificia Urbaniana, en el Año Académico 2012/2013 ha acogido a 1.484 estudiantes de más de cien países; el Colegio Urbano, fundado en 1627, alberga a 160 estudiantes de los territorios de misión durante un largo período de formación vocacional y cultural".

En su comunicado, la Congregación de Propaganda Fide termina dando "las gracias a los benefactores, que, con su ayuda y estima, participan al anuncio del Evangelio y al sustento de numerosas iniciativas educativas, sociales y humanitarias", y recordó que sus balances "son sometidos anualmente al control de la Prefectura para los Asuntos Económicos de la Santa Sede (el equivalente a la Corte de Cuentas, en Italia)".