27 de agosto de 2012 / 09:49 AM
La Conferencia Episcopal de Venezuela expresó su profundo dolor por la tragedia que ha ocasionado una explosión y el consecuente incendio en una de las cuatro refinerías más grande del mundo, que ha ocasionado la muerte de 41 personas y que ha dejado a varias otras decenas heridas, y que por tercer día consecutivo aún sigue en llamas.
Las autoridades de Amuay, la mayor planta de refinación de Venezuela con una capacidad de 645 mil barriles de petróleo por día (bpd), admitieron que de no sofocarse las llamas se esperará a que se consuma el combustible para reiniciar las operaciones tras dos días.
Ivan Freites, presidente del sindicato del Centro de Refinación Paraguaná, que incluye Amuay y la refinería de Cardón duda de ese pronóstico. "Quien dice que la refinería reiniciará en dos días desconoce los procesos. Una refinería no es una cafetera", advirtió.