La primera ministra de Irlanda del Norte, Arlene Foster, ha afirmado que su Gobierno hará "todo lo que esté a su alcance" para que las presiones de la administración británica no los obligue a instaurar al aborto libre.
En una reunión con el grupo provida Precious Life, Foster se comprometió a proteger las leyes de Irlanda del Norte. Además, afirmó que el país se centraría en la mejora de la atención de los centros hospitalarios en los que se atienden a los recién nacidos y sus madres.
Y, es que, Irlanda del Norte tiene una de las legislaciones más próvidas. Así el aborto está prohibido salvo en casos extremos en los que la vida de la madre esté en peligro. Incluso apoyan a las mujeres embarazadas con algún tipo de dificultad, tal y como recoge Catholic Herald. Sin embargo, en Escocia o Inglaterra tienen normativas proabortistas.