El primer ministro japonés, Fumio Kishida, advirtió que la tasa de natalidad de Japón, una de las más bajas del mundo, no es sostenible y que la disminución de la población en el país representa un riesgo alarmante para la sociedad.
"Japón está al borde de si podemos continuar funcionando como sociedad", dijo Kishida durante un discurso el lunes 23 de enero, en una sesión del Parlamento.
Kishida, líder conservador que asumió el cargo en 2021, dijo que tiene la intención de lanzar en abril una nueva agencia del gobierno para apoyar a los niños y las familias. También dijo que quiere duplicar el gasto en programas relacionados a la niñez.