En medio de la grave crisis de infecciones de transmisión sexual (ITS) que vive Estados Unidos, ¿los robots sexuales podrían ser la solución? Para los líderes católicos en el país la respuesta es no.
La razón, explican, es que los supuestos beneficios de los llamados "sexbots" nunca superarán el daño sobre la persona y la auténtica sexualidad humana.
"Todas estas son malas soluciones a un problema legítimo. Incluso si fuera verdad que los robots sexuales frenarían las ITS, no haría que los robots sexuales sean una buena idea", dijo Matt Fradd, autor del libro The Porn Myth (El Mito del Porno).