La contribución de la Iglesia Católica en la reconciliación nacional y la reconstrucción de la sociedad civil, la importancia del diálogo interreligioso frente a un extremismo que promete un falso sentido de unidad nacional basado en una única identidad religiosa y la protección de la familia han sido los temas centrales del discurso que el Papa Francisco ha entregado a los obispos de Sri Lanka al final de su visita ''ad limina''.
El Santo Padre recuerda la importante labor de los sacerdotes y religiosos a la hora de transmitir la fe y promover la reconciliación, el diálogo y la familia, resaltando que muchas de ellas en Sri Lanka padecen todavía las consecuencias de la guerra, sea por el desplazamiento de sus miembros que por la muerte de muchos de ellos.
''Muchos han perdido el trabajo -escribe- y así, las familias se han separado porque las parejas han tenido que dejar sus hogares para buscar empleo. También asistimos al gran reto que supone el aumento de los matrimonios mixtos, que requiere una mayor atención en la preparación y ayuda a las parejas a la hora de formar en la fe a sus hijos".