15 de enero de 2014 / 10:31 AM
Siguiendo sus catequesis sobre los Sacramentos que inició la semana pasada, el Papa Francisco retomó hoy el tema del Bautismo y explicó que éste constituye la entrada al Pueblo de Dios, que hace discípulo y misionero a quien lo recibe, encargado de llevar la fe por el mundo "como un río que irriga la tierra".
En su reflexión, para la que usó diversos pasajes del Documento de Aparecida –fruto de la V Conferencia General del Episcopado de América Latina y el Caribe en 2007 en donde el entonces Cardenal Bergoglio fue el Presidente del Comité de Redacción– el Santo Padre explicó que "así como de generación en generación se transmite la vida, del mismo modo también de generación en generación, a través del renacimiento de la fuente bautismal, se transmite la gracia, y con esta gracia el Pueblo cristiano camina en el tiempo, como un río que irriga la tierra y difunde en el mundo la bendición de Dios".
Recordando el Documento de Aparecida, el Papa explicó que "en virtud del Bautismo nosotros nos transformamos en discípulos misioneros, llamados a llevar el Evangelio en el mundo" y citó el texto en el que se afirma que "cada bautizado, cualquiera sea su función en la Iglesia y el grado de instrucción de su fe, es un sujeto activo de evangelización. La nueva evangelización debe implicar un nuevo protagonismo de todos, de todo el Pueblo de Dios, un nuevo protagonismo de los bautizados, de cada uno de los bautizados".