8 de mayo de 2014 / 09:35 AM
Durante la Misa matutina en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco exhortó a quienes están encargados de administrar los sacramentos a no fabricar impedimentos burocráticos para dispensar la gracia y acercar a la gente a Dios, y puso como ejemplo al apóstol Felipe, que seguramente tenía mucho que hacer, pero fue dócil a la llamada del Señor para ir a evangelizar al ministro de la reina de Etiopía.
El Santo Padre se refirió al pasaje de los Hechos de los Apóstoles que destaca las tres cualidades cristalinas de un cristiano, que son la docilidad al Espíritu, el diálogo y la confianza en la gracia.
Explicó que la primera se desprende a partir del momento en que el Espíritu pide a Felipe que interrumpa sus actividades y que alcance la carroza en la que está viajando, entre Jerusalén y Gaza, el ministro de la reina de Etiopía.