Al celebrar esta mañana la Misa en la Capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco aseguró que "la guerra es el suicidio de la humanidad porque mata el corazón y mata el amor".

En la Misa, concelebrada por el Ordinario Militar de Italia, Mons. Vincenzo Pelvi, participaron alrededor de ochenta personas, entre ellas parientes de 24 militares italianos caídos en las misiones de paz en los últimos cinco años, particularmente en Afganistán, así como algunos militares heridos en estas misiones.

"¡El Señor escucha la oración de todos!", dijo el Papa, subrayando que "nuestros Dios es Dios de lo grande y Dios de lo pequeño; nuestro Dios es personal", que escucha a todos con el corazón y "ama con el corazón".

El Santo Padre señaló que "hoy hemos venido a rezar por nuestros muertos, por nuestros heridos, ¡por las víctimas de la locura que es la guerra!".

La guerra, señaló, "es el suicidio de la humanidad, porque mata el corazón, mata precisamente donde está el mensaje del Señor: ¡mata el amor! Porque la guerra viene del odio, de la envidia, del deseo de poder, y también -lo vemos tantas veces- de ese afán por más poder".

"Tantas veces hemos visto que los problemas locales, los problemas económicos, las crisis económicas (…) los grandes de la tierra quieren resolverlos con una guerra".

"¿Por qué? ¡Porque el dinero es más importante que las personas para ellos! Y la guerra es precisamente esto: es un acto de fe en el dinero, en los ídolos, en los ídolos del odio, en el ídolo que te lleva a matar al hermano, que lleva a matar el amor".

Francisco recordó "esa palabra de nuestro Padre Dios a Caín quien, por envidia, había asesinado a su hermano: 'Caín, ¿dónde está tu hermano? Hoy podemos oír esta voz: es nuestro Padre Dios que llora, que llora por esta locura nuestra, que nos dice a todos nosotros: '¿Dónde está tu hermano?'; que dice a todos los poderosos de la tierra: '¿Dónde está tu hermano? ¡Qué han hecho!'".

Ante esto, el Santo Padre pidió a los fieles rezar a Dios para que "aleje de nosotros todo mal", repitiendo esta oración "también con las lágrimas, con esas lágrimas del corazón".

"Dirígete a nosotros, Señor, y ten misericordia de nosotros, porque estamos tristes, estamos angustiados. Mira nuestra miseria y nuestra pena y perdona todos los pecados".

El Papa subrayó que "detrás de una guerra siempre están los pecados: está el pecado de la idolatría, el pecado de explotar a los hombres en el altar del poder, y sacrificarlos".

"Dirígete a nosotros, Señor, y ten misericordia, porque estamos tristes y angustiados. Mira nuestra miseria y nuestra pena. Estamos seguros de que el Señor nos escuchará y hará, hará algo para darnos el espíritu de consuelo. Así sea".