El Papa Francisco denunció que hay personas que se enferman y mueren por la falta de agua potable, lo cual "es una vergüenza para la humanidad del siglo XXI".

El Santo Padre dijo esto en un mensaje dirigido a los participantes en la Conferencia Internacional con el tema "La gestión de un bien común: el acceso al agua potable para todos", iniciativa promovida por el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral.

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En el texto, el Santo Padre recuerda que "el agua es esencial para la vida" y, sin embargo,  "en muchas partes del mundo, nuestros hermanos y hermanas no pueden tener una vida digna debido precisamente a la falta de acceso al agua potable", como lo demuestran "las dramáticas estadísticas de la sed, especialmente la situación de aquellas personas que enferman y que a menudo mueren a causa del agua insalubre".

Ante este panorama, el Papa llamó a la "voluntad y determinación", así como también a no disminuir todos "los esfuerzos institucionales, organizativos, educativos, tecnológicos y financieros" para brindar agua potable a toda la población

Asimismo, el Pontífice alertó que "desafortunadamente, en muchos de los países donde la población no tiene acceso regular al agua potable, no faltan el suministro de armas y municiones que continúan deteriorando la situación", y explicó que "la corrupción y los intereses de una economía que excluye y mata prevalecen demasiado a menudo sobre los esfuerzos que, de forma solidaria, deberían garantizar el acceso al agua".

Por otro lado, el Papa Francisco recordó que la Santa Sede y la Iglesia trabajan a favor del acceso al agua potable para todos.

"Este compromiso -dijo- se manifiesta en muchas iniciativas, como la creación de infraestructuras, la formación, la asistencia a poblaciones en peligro cuyo suministro de agua está comprometido, incluidos los migrantes, y la llamada a ese conjunto de referencias éticas y de principios que brotan del Evangelio y de una antropología saludable".

En esta línea, el Santo Padre recordó algunas ideas sobre este tema contenidas en la Encíclica Laudato si ' y en el reciente mensaje por la Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación; como, por ejemplo, la importancia de una antropología adecuada "indispensable para unos estilos de vida responsables y solidarios, para una verdadera ecología, así como para el reconocimiento del acceso al agua potable como un derecho que brota de la dignidad humana y por lo tanto incompatible con el concepto de agua como un producto cualquiera".

Además, el texto papal remarcó que "los principios y valores evangélicos deben orientar al compromiso concreto de cada uno hacia al logro del bien común de toda la familia humana".

Por último, el Papa exhortó a proteger este recurso y bendijo a quienes impulsan iniciativas dirigidas a una mejor gestión del agua.