20 de abril de 2018 / 05:02 AM
Después de encontrarse con el pueblo de Alessano, el Papa Francisco visitó Molfetta y celebró una Misa en la que defendió que cuando uno ha conocido a Cristo resucitado no tiene más remedio que anunciarlo con valentía y humildad.
"La vida cristiana tiene que ser invertida en Jesús y gastada por los otros. Después de haber encontrado al Resucitado no se puede esperar, no se puede dejar para después; se necesita ir, salir, a pesar de todos los problemas y las incertidumbres".
"La Palabra de Dios hace así: libera, realza, hace ir adelante, humildes y valientes al tiempo mismo. No hace de nosotros protagonistas ni en campeones establecidos de nuestras propias bonanzas, sino testimonios genuinos de Jesús en el mundo", señaló.