26 de mayo de 2014 / 05:29 AM
En el discurso que dirigió al presidente de Israel, Shimon Peres, el Papa Francisco reiteró su llamado al respeto a la libertad religiosa de los cristianos y de cualquier minoría que habita Tierra Santa, pues el ejercicio de este derecho es fundamental para la vitalidad de los estados democráticos.
El Santo Padre recordó que en Israel viven y actúan diversas comunidades cristianas, las cuales, como parte integrante de la sociedad "desean ofrecer, desde su propia identidad, su aportación al bien común y a la construcción de la paz, como ciudadanos de pleno derecho que, rechazando todo extremismo, se esfuerzan por ser artífices de reconciliación y de concordia".
"Su presencia y el respeto de sus derechos –como del resto de los derechos de cualquier otra denominación religiosa o minoría- son garantía de un sano pluralismo y prueba de la vitalidad de los valores democráticos, de su arraigo en la praxis y en la vida concreta del Estado", afirmó.