El Responsable del Área de Familia de la Comisión para Familia, Juventud y Laicos del Episcopado mexicano, Mons. Rodrigo Aguilar Martínez, recordó que las Olimpiadas de Beijing (China) deben ser expresión de la belleza y promover la reconciliación, pero "desgraciadamente con frecuencia se advierten muchos intereses antideportivos en este tipo de acontecimientos"
La competencia deportiva es utilizada muchas veces como "bandera para competir por hegemonías ideológicas, políticas, sociales, culturales", o incluso para "el uso de substancias prohibidas con tal de obtener mayor rendimiento", lamentó el Prelado en un reciente mensaje por la inauguración de los Juegos Olímpicos.
Tras señalar que "el evento es primordialmente deportivo y anhelamos que esté caracterizado por el espíritu de fraternidad y paz entre los pueblos", el Obispo indicó que "es motivador contemplar atletas que, en las variadas disciplinas, destacan en gracia, elasticidad, energía, entrega total", y también "da gozo disfrutar los frutos de un trabajo en equipo".