11 de enero de 2011 / 11:49 AM
La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) abogó por el respeto a la vida y dignidad de toda persona, tras la masacre ocurrida el sábado 8 de enero en Tucson, estado de Arizona, en la que murieron seis personas y 14 resultaron heridas, entre ellas una congresista que lideraba una manifestación.
En un comunicado publicado el lunes 10 de enero y firmado por su presidente, Mons. Timothy Dolan, los obispos se solidarizan con los familiares y amigos del juez federal, el católico John Roll. Otra víctima católica de este ataque fue la niña Taylor Green, de solo 9 años de edad.
"Nuestras oraciones y preocupaciones están con aquellos más afectados por esta violencia. Encomendamos a Dios a todos los que fallecieron y rezamos por las familias que han perdido a sus seres queridos y también por quienes sufren con sus heridos", señala el texto.