Junto a las reflexiones que presentamos el pasado viernes 8 de noviembre acerca del "drama de las drogas y el narcotráfico", queremos proponer al pueblo de Dios un gesto que acompañe esta preocupación.
Para ello convocamos a todos los que comparten nuestra Fe y a los hombres y mujeres de buena voluntad, a una jornada de ayuno y oración, pidiendo a Dios Padre que mueva y sostenga los corazones y las voluntades de quienes tienen en sus manos la responsabilidad de los recursos de la Ley, para frenar la perversa y devastadora fuerza de las drogas. Rogaremos también por la construcción de "una cultura del encuentro y la solidaridad, como base de una revolución moral que sostenga una vida más digna", y por la conversión de los narcotraficantes.
El día que proponemos para esta Jornada es el 7 de diciembre, primer sábado de Adviento. Ese día, en las diócesis del país, en las catedrales y santuarios, en las parroquias y capillas, se celebrará la Santa Misa por esta intención, recordando especialmente a los enfermos, a sus familiares y a los fallecidos por causa de este flagelo.