Padre Nuestro,
Te pido que vengas a ayudar a Irlanda en este momento.
Tú que enviaste a tu Hijo Jesús al mundo
para los pobres, los enfermos, los quebrantados y oprimidos.
Señor Jesús, Tú dijiste,
"cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos,
lo hicieron conmigo".
Abre nuestros ojos a la difícil situación de los más pequeños de
nuestros hermanitos:
los preciosos niños por nacer de Irlanda, Norte y Sur.
Abre los ojos de aquellos líderes,
en el Gobierno, en la sociedad civil y en nuestra Iglesia,
para defender el derecho sagrado a la vida de cada niño.
Espíritu Santo, dador de vida,
que nosotros, hijos de Dios,
defendamos el valor y la dignidad incalculables de cada persona,
sin importar edad, raza, credo o discapacidad.
Porque todos están sellados con tu imagen,
creados por Ti desde el mismo momento de la concepción,
para vivir contigo para siempre en la eternidad.
Señor Jesús,
Sana a todas las madres y padres que sufren las heridas del aborto.
Tú que viniste al mundo entre los pobres y oprimidos,
Te convertiste en uno de nosotros en el vientre de la Virgen María.
Has llevado alegría a Juan el Bautista y a Isabel
incluso antes de que nacieras.
Trae esa alegría a nuestros corazones
para atesorar y dar la bienvenida a todos los niños,
especialmente los más vulnerables,
quienes desde ahora están llenos de vida,
¡En el santuario del vientre de su madre!
Rezo esta oración desde mi corazón.
En acción de gracias me escucharás y obtendré respuesta.
Amén.
Declaración secular (para los no creyentes)
Reconozco y celebro la maravilla de la humanidad.
Yo afirmo el valor de cada persona,
los que están cerca de mi familia y mi comunidad,
aquellos muy lejos de quienes nunca sabré,
los viejos y los jóvenes,
los sanos y los enfermos,
el querido y el rechazado,
lo valorado y lo pasado por alto.
Fieles a nuestra humanidad,
afirmamos que cada madre, padre e hijo
tienen la misma dignidad y valor incalculable.
Aquellos que son más vulnerables y débiles
merecen cuidado especial.
La ciencia es clara,
que todos nosotros estábamos vivos y presentes,
siendo seres humanos llenos de vida,
desde el mismo momento de la concepción.
La razón es clara,
que incluso la mera posibilidad
de que una persona humana esté presente,
nos llama a atesorar, cuidar y defender
a estos pequeños de todos los daños,
y para afirmar su derecho inherente a la vida.
Que Irlanda, del Norte y Sur,
por sus leyes y Constitución,
proteja y valore a todas las personas,
para que continúe siendo una tierra
que aprecia a todos sus hijos
por igual.