17 de marzo de 2005 / 11:58 AM
El bibliotecario de la Santa Sede, Cardenal Jean-Louis Tauran, representó al Santo Padre, en la inauguración del nuevo “Museo de Historia del Holocausto” en el Memorial de Yad Vashem, en Isarael.
En el discurso pronunciado ayer, el Cardenal aseguró a los presentes "la cercanía espiritual del Papa Juan Pablo II, así como la solidaridad de la Iglesia Católica". El Papa visitó Yad Vashem el 23 de marzo de 2000 durante su peregrinación a Tierra Santa. Yad Vashem es un monumento dedicado a la memoria de las víctimas del Holocausto y en su interior se encuentran, entre otras cosas, diversas urnas con las cenizas de las víctimas de los campos de concentración.
El Cardenal Tauran dijo que "el edificio que acabamos de inaugurar representa, para el mundo entero, una advertencia, un testimonio y un llamamiento. Al asumir la inmensidad de los sufrimientos de los judíos, nos encontramos frente a frente con la obligación de estar alerta, con la necesidad de rechazar la indiferencia y con el vacío aterrador de un mundo sin Dios".