Pilar del Portillo, sobrina del futuro beato Mons. Álvaro del Portillo, afirmó que el Prelado fue "un referente de cara a Dios y ahora lo será para mucha más gente", además que siempre alentó la unidad familiar e incluso ayudó a un sobrino a descubrir su vocación como misionero comboniano.
Pilar del Portillo, a quien cariñosamente llaman "Chinita", recordó que conoció a su tío Álvaro "cuando murió mi padre que era su hermano, fue en febrero de 1956 yo tenía 12 años. Vino a vernos a Madrid, porque él vivía en Roma. Estuvo en España una semana, y durante ese tiempo nos visitó todos los días. A mi hermano Jorge y a mí nos habló sobre cómo rezar, de confesarnos con frecuencia, de ser buenos cristianos… Yo no sabía por qué, pero comencé a tomar nota de todo lo que hablaba con él".
En declaraciones a ACI Prensa, la sobrina del primer sucesor de San Josemaría en la conducción del Opus Dei, recordó que Mons. Del Portillo ayudó a su madre en la educación de sus hijos. "Nos dijo que le escribiéramos y le contáramos nuestras preocupaciones y vuestras alegrías. 'Siempre estaré al lado vuestro y rezare por vosotros', nos dijo". Desde ese momento "tío Álvaro", casi "sin darme cuenta se convirtió para mí como en un padre".