El departamento de salud de Sauherad despidió a la galeno por negarse a insertar dispositivos intrauterinos a sus pacientes por motivos de conciencia. Las leyes noruegas prohíben la objeción a los médicos de cabecera.
Tras haber presentado apelación, el pasado día 24 la Corte de Justicia dictaminó que su despido fue una violación de los derechos humanos. Jachimowicz denunció que habían violado sus derechos y que el sistema de salud público la había despedido improcedentemente.
La corte de Apelación de Skien le ha dado la razón y ha revertido la sentencia previa de la corte de Notodden. El municipio de Sauherad ha sido condenado a pagar 600.000 coronas, unos 61.000 euros al cambio, por las costas del juicio.