Al reunirse ayer por la tarde con sacerdotes y familias de la diócesis de Ancona (Italia) adonde llegó a clausurar el 25º Congreso Eucarístico Nacional, el Papa Benedicto XVI alentó a los matrimonios y a los sacerdotes a testimoniar el amor de Cristo centrando sus vidas en el sacramento de la Eucaristía.
El Papa recordó que "ambos estados de vida hunden sus raíces en el amor de de Cristo (...) y están llamados a una misión común: dar testimonio de este amor y ponerlo al servicio de la comunidad".
Esta perspectiva, continuó el Santo Padre, "permite superar la visión reductiva que considera a la familia, como mera destinataria de la acción pastoral" cuando, en cambio, "es el lugar privilegiado de la educación humana y cristiana" y, por tanto, "el mejor aliado del ministerio sacerdotal".