Decenas de miles de ciudadanos en Hong Kong protestaron contra el “plan nacional de educación” que ha generado gran preocupación en la Iglesia Católica así como en los líderes de otras religiones.

El pasado 29 de julio, los manifestantes portaban pancartas en las que se leía “lavado de cabeza” y “control del pensamiento” y a favor de “un país, dos sistemas”, en relación a los acuerdos entre Hong Kong y China, mientras marchaban entre Victoria Park y la sede de gobierno.

La policía estimó un total de 32 mil manifestantes, mientras que los organizadores de la marcha dijeron que congregaron a un grupo alrededor de los 90 mil. Se pudo observar a padres de familia, niños, maestros y otros preocupados por el contenido del curso de “educación nacional y moral”.

El pasado 18 de julio, líderes católicos rechazaron las presiones del Consejo de Educación de Hong Kong para adaptar las escuelas en el año 2012-2013, ya que el nuevo programa contiene la “educación patriótica”, el “ultranacionalismo”, y los aspectos pro-comunistas de China.

Junto a la diócesis católica de Hong Kong, las escuelas luteranas y anglicanas también rechazaron la propuesta. El plan será obligatorio desde el año 2015 para los colegios de educación secundaria.

Antony Yip Sing-piu, asistente de los  obispos, señaló según los medios locales, que las escuelas católicas no introducirán el plan “en la forma en que ha sido propuesto”.

Ante las diferencias, la Iglesia en Hong Kong ha señalado que espera llegar a un acuerdo con las autoridades para implementar los cambios de manera aceptable para las partes.