El Papa Francisco reiteró su llamado a la paz en todo el mundo, especialmente en Medio Oriente y en Ucrania, al tiempo que expresó su cercanía espiritual a los cristianos perseguidos por razón de su fe en Irak.
El Santo Padre señaló que "he recibido con preocupación las noticias procedentes de las Comunidades cristianas en Mosul (Irak) y en otras partes de Oriente Medio, donde éstas, desde el inicio del cristianismo, han vivido con sus conciudadanos, ofreciendo una contribución significativa al bien de la sociedad. Hoy son perseguidos".
"¡Nuestros hermanos son perseguidos, son enviados fuera, deben dejar sus casas sin tener la posibilidad de llevarse nada! Aseguro a estas familias y a estas personas mi cercanía y mi constante oración".