6 de junio de 2007 / 09:09 AM
Al reflexionar en torno al Obispo mártir africano San Cipriano, el Papa Benedicto XVI señaló este miércoles durante la Audiencia General que la característica fundamental de la Iglesia es la unidad.
Al hablar ante más de 40 mil fieles reunidos en la Plaza San Pedro, el Pontífice recordó la vida de San Cipriano, nacido en Cartago, en una rica familia pagana, que se convirtió al cristianismo a los 35 años; y fue ordenado sacerdote y luego obispo.
El santo, recordó el Papa, enfrentó las primeras dos persecuciones sancionadas por un edicto imperial, la de Decio (250) y la de Valeriano (257-258), después de las cuales “muchos fieles abjuraron o no se comportaron bien frente a la prueba: eran los llamados ‘lapsi’, es decir ‘caídos’”.