San Juan Pablo II elevó la Catedral de Gyor a Basílica y visitó el lugar el 7 de septiembre de 1996, en un encuentro con representantes de la diócesis local.
"Estoy feliz de encontrarlos en la fiesta de los tres santos mártires de Kassa y en esta catedral, tan querida para todos ustedes por la presencia, no solo de la imagen milagrosa de la Madre de Dios, sino también de la venerada reliquia del Santo Rey Ladislao, y la tumba del Siervo de Dios, el Obispo Vilmos Apor", expresó en esa oportunidad el Papa Santo.
"Su tarea se hace siempre más urgente ante las nuevas posibilidades de participación en la vida pública. En tal ámbito, el laico cristiano, animado por la convicción de que el crecimiento del Reino de Dios, constituye al mismo tiempo un don y un esfuerzo, huirá de toda forma de integrismo y se pondrá en actitud de diálogo y servicio, en pleno respeto a la dignidad de toda persona, que es siempre el fin de toda acción social", subrayó.
Tras animar a todos a ser "constructores de esperanza", San Juan Pablo II resaltó que "Cristo Redentor, centro de su vida, está con ustedes. Que los asista la Magna Domina Hungarorum, la Virgen de Gyor, el santo rey Ladislao, los mártires de Kassa y todos los santos húngaros".