Futuro Cardenal colombiano defiende presencia pública de la Iglesia

Futuro Cardenal colombiano defiende presencia pública de la Iglesia
Mons. Rubén Salazar, Arzobispo de Bogotá y futuro Cardenal

En una extensa entrevista concedida al diario El Tiempo, el Arzobispo de Bogotá (Colombia), y futuro Cardenal, Mons. Rubén Salazar, defendió la presencia pública de los católicos, específicamente la del procurador general de la nación Alejandro Ordóñez, que siempre ha expresado su postura en defensa de la vida desde la concepción.

Durante la entrevista publicada el 12 de noviembre, el Cardenal rechazó las opiniones de quienes afirman que el Procurador en Colombia no puede ser un católico. "Ahí hay un atropello. Indudablemente que la fe es fundamentalmente una opción personal. Pero tiene unas repercusiones sociales. Si soy católico, miro la realidad social como un católico, no como un ateo", expresó.

"Me duele cuando leo advertencias como ‘esto hay que analizarlo sin moralismos’. El moralismo no es sino una concepción adecuada del ser humano. La moral puede ser católica, claro, en lo cual tiene ciertas especificidades católicas, pero la ética fundamental es la dignidad misma de la persona humana. Por lo tanto, no se puede, para tratar de desvirtuarla, decir que la ética es solo una cuestión religiosa", añadió.

Además, rechazó que se haya querido descalificar al Procurador por su postura contraria a los fallos de la Corte Constitucional que promueven políticas anti-vida.

Durante la extensa entrevista, el Arzobispo también hizo algunas declaraciones imprecisas que han inquietado a los grupos pro-vida, acerca de la despenalización del aborto por parte de la Corte Constitucional.

"Hago una distinción clara. La Corte Constitucional inicialmente despenalizó el aborto. Pero luego tomó el camino de convertir el aborto en un derecho. Una cosa es no aplicar la pena a algo que se considera indebido, y otra, que lo categorice como derecho. Cuando el aborto se despenalizó en esos tres casos concretos, yo dije: está bien. Pero el aborto no puede ser un derecho que hay que enseñar en las escuelas", señaló.

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En ese sentido, rechazó que se quiera crear en las escuelas "una mentalidad alrededor de un sofisma, como es el de que la mujer es dueña de su cuerpo. El embrión no es el cuerpo de la mujer. Tiene una vida propia desde el momento de su concepción Que no pueda vivir sin que la mujer le siga dando vida hasta que pueda hacerlo por sí mismo no implica que sea un derecho disponer de él como se le antoje a la mujer. El embrión es un ser humano en potencia que no se puede destruir. Eso es lo que me mortifica de estos debates del aborto. Que no compartir la libertad plena de abortar sea interpretado como un atentado contra los derechos de la mujer".

"Si nos ponemos a convertir el aborto en un derecho fundamental, como le escuché decir en algún momento a un magistrado, ¿qué sociedad vamos a tener? Una en la que, fundamentalmente, no se respeta la vida".

Asimismo, defendió el derecho de los niños a "vivir en una familia bien constituida" con padre y madre, y reiteró el rechazo de la eutanasia por parte de la Iglesia.

Sobre la eutanasia que actualmente se debate en Colombia, el Arzobispo dijo que "la doctrina católica es muy serena y sabia: en la Iglesia nunca se dice que la persona tiene que sufrir y sufrir hasta que se muera. La Iglesia dice hay que procurarle al enfermo el alivio de toda manera, para que pueda morir lo más tranquilamente posible. Pero no matar al enfermo. Ahí es donde está el problema".

Al ser preguntado sobre la eutanasia cuando decide la propia persona enferma, el Prelado dijo que "ahí nosotros podríamos entrar a mirar las cosas con mayor amplitud. Lo que me parece terrible del proyecto de ley es que tiene resquicios por donde se puede meter la eutanasia determinada por el médico, incluso porque se necesita esa cama de hospital. De ahí a decir que el loco no tiene por qué vivir, o el minusválido, el que no aporta a la sociedad, no hay sino un paso. Se empieza a crear la mentalidad de que la vida no la merecen sino el robusto, el fuerte, el sano, el que aporta, el que contribuye a que la sociedad sea más fuerte. Pero los débiles, los disminuidos, los enfermos, no merecen vivir".

Durante la entrevista, el Arzobispo de Bogotá también abordó el proceso de paz iniciado entre el Gobierno y las FARC. "Era un proceso necesario. En Colombia es muy difícil una victoria militar, no porque nuestro Ejército no sea suficientemente capaz, sino por las condiciones geográficas y las de la propia guerrilla, que se ha vuelto un grupo terrorista", indicó.

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"No podemos seguir eternamente matándonos. Persiguiéndonos para acabarnos, para destruirnos", añadió.

Mons. Salazar dijo que en este proceso los actores son el Gobierno colombiano y la guerrilla. "La Iglesia no tenía por qué irse a sentar en la mesa de negociación. Nuestra labor es distinta. No somos negociadores ni mediadores. Lo único que tenemos que hacer es ‘aclimatar’ la paz. Crear el ambiente conveniente", explicó.

El Prelado también aclaró que el presidente colombiano Juan Manuel Santos no le ha pedido explícitamente involucrar a la Santa Sede en este proceso. "No explícitamente. Pero es distinto, porque el Vaticano es un Estado y, como tal, puede mediar. Si el Gobierno llega a pensar que eso es conveniente, creo que el Vaticano aceptaría con mucho gusto, porque en la Iglesia estamos para servir", afirmó.

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