El grupo rebelde Seleka, que ha tomado el control de Bangassou (Rep. Centroafricana), tiene una lista de personas para ser asesinadas que incluye al obispo local, Mons. Juan José Aguirre Muños, y otros miembros de la curia local.

En una carta enviada a la agencia Fides, el Prelado informó desde este país –donde el 80 por ciento son cristianos y el 15 por ciento musulmanes-, que Seleka llegó a la ciudad desde el norte del país. Este grupo está formado mayormente por chadianos y sudaneses. "Todos hablan árabe y quieren derrocar al gobierno para crear una república islámica. Ya han conquistado cinco diócesis y más de 10 ciudades", denunció el Prelado, que advirtió que este grupo islámico tiene "una lista de personas a las que hacer daño: yo soy el primero, seguido por mi vicario y después por el procurador y otros".

Según relató, los rebeldes "entraron en Bangassou el 11 de marzo después de combatir contra las pocas fuerzas del ejército centroafricano que se encontraban en la ciudad".

"Robaron unos diez coches de la misión, del seminario menor, de la segunda parroquia de Bangassou. Destruyeron la casa de los Padres Espiritanos, de las Hermanas Franciscanas y luego robaron y destruyeron la casa del rector del seminario menor diocesano, la carpintería, el centro de Internet, el colegio católico, la pediatría, la farmacia, el nuevo reparto de cirugía, la maternidad", señaló.

Además, han destruido el "ayuntamiento, el hospital general, dejando tirados por el suelo a los pacientes que tenían una vía intravenosa en el brazo para robar los colchones. Lo único que respetaron fueron las mezquitas y a los comerciantes musulmanes a quienes dieron parte de nuestros bienes para que los vendan".

Mons. Aguirre Muños indicó que la población está atemorizada y que los extremistas musulmanes "han ido ocupando una misión tras otra, acampando en la casa de los misioneros. Ahora, a excepción de las 3 misiones del este, las otras 8 están en sus manos".

A esta amenaza se suma la rebelión del Ejército de Resistencia del Señor –extremistas cristianos-, "que desde hace siete años azota a los civiles. Hemos sido testigos de horrores de todo tipo: homicidios, niños separados de sus padres y llevados al bosque, quema de aldeas, violaciones, los derechos de las personas pisoteados sin piedad".

"Ahora tenemos a los rebeldes Seleka y no sabemos cuánto tiempo van a quedarse. Sólo podemos orar al Señor", expresó el Obispo.