San Cristóbal: Fue un mártir del siglo III, llamado originalmente Reprobus, hijo de paganos, que prometió su servicio al rey pagano y a Satanás. La conversión del rey y la enseñanza de un monje hicieron que se vuelva cristiano, y usó su fuerza y músculos para cargar a las personas para que puedan cruzar a través de un río. Una vez cargó a un niño que le dijo que era Cristo y le dijo que sería llamado "Cristóbal" o "Cargador de Cristo". El encuentro llenó al santo de celo misionero y cuando regresó a su hogar en Turquía, convirtió a casi 50 mil personas. El emperador Decio ordenó arrestarlo, encarcelarlo y torturarlo de muchas formas, incluyendo disparos con flechas. Cristóbal fue decapitado en el año 250. Lo invocan como patrón de la santa muerte y contra la epilepsia y el dolor de muelas.
San Denis: Algunos afirman que San Pablo lo convirtió al cristianismo en Atenas y luego se convirtió en el primer obispo de París en el siglo I. Otros, que fue obispo y mártir del siglo III. Fue un celoso misionero que llegó a Francia, donde lo decapitaron en "Montmartre", el Monte de los Mártires, donde muchos cristianos primitivos fueron asesinados por su fe. Se le invoca contra ataques demoníacos.
San Ciriaco: Este diácono fue mártir del siglo IV, pero fue favorecido por Diocleciano después de curar a su hija y a un amigo del emperador en nombre de Jesús. De acuerdo a "catholicism.org" y a "The Fourteen Holy Helpers", de P. Buenaventura Hammer, O.F.M, después de que fallezca Dioclesiano, su sucesor Maximiano aumentó la persecución de cristianos, así que lo encarceló, torturó en un torno y decapitó por rehusarse a renunciar al cristianismo. Es el patrón de los que sufren males de la vista.
San Acacio: Mártir del siglo IV durante el gobierno del Galerius. La tradición dice que cuando fue capitán de la fuerza armada de Roma escuchó una voz que le dijo: "Clama al Dios Cristiano por ayuda", luego se bautizó. Convirtió soldados del ejército, hasta que lo denunciaron y enviaron al tribunal donde se negó a renunciar a su fe. Lo torturaron, pero de forma milagrosa fue curado varias veces hasta que lo decapitaron en el año 311. Lo consideran patrón de los que sufren dolores de cabeza.