Para celebrar la fiesta de San Francisco de Asís, el 4 de octubre, te compartimos la historia de la galleta favorita del hombre que se santificó abrazando la pobreza.
San Francisco de Asís tenía una especial debilidad por unas galletas italianas llamadas "mostaccioli", que tienen almendras y miel y proceden de la época medieval.
Según la historia, el santo patrono de Italia probó estas galletas por primera vez en uno de sus viajes a Roma, cuando visitó a Jacoba de Settesoli, una mujer noble de la familia Frangipani, que se convirtió en su amiga cercana y luego ingresó a la Orden Franciscana Seglar.