En el discurso de apertura del Sínodo de los Obispos que desde el pasado miércoles 3 de octubre se está celebrando en Roma sobre el tema de los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional, el Papa Francisco invitó a los Padres Sinodales a guardar 3 minutos de silencio cada 5 intervenciones.
"Dispongo que, durante los trabajos, en la asamblea plenaria y en los grupos, cada cinco intervenciones, se observe un momento de silencio –de tres minutos aproximadamente–, para permitir que cada uno preste atención a la resonancia que las cosas que ha escuchado susciten en su corazón, para profundizar y aceptar lo que más le haya interesado", señaló el Papa.
Lo cierto es que esa medida, que sorprendió tanto a los Padres Sinodales como a los demás participantes del Sínodo, ha cosechado un gran éxito.