Si está de viaje a las islas Maldivas (Océano Indico) sepa que no encontrará iglesia alguna donde orar pues solo está permitida la religión musulmana, y no considere en su equipaje libro cristiano alguno pues puede ser detenido y deportado.

El pasado 27 de septiembre Jathish Biswas, el dirigente de la Way of Life Trust -una organización cristiana con fines sociales -, fue detenido en el aeropuerto de Malé (Maldivas) por llevar consigo libros de temática cristiana en el idioma local del país.

“Las autoridades me preguntaron que si quería destruir su país por llevar libros cristianos”, y “los policías me hicieron pregunta tras pregunta y me negaron una comida adecuada”, explicó Biswas al Morning Star News.

Biswas, natural de Bangladeh estuvo detenido por 23 días y el fue liberado y expulsado del país el pasado 19 de octubre. Junto a él, un ciudadano cristiano de nacionalidad norteamericana cuya identidad se reserva por razones de seguridad, también fue detenido por estar relacionado con el caso, aunque Biswas asegura que jamás lo conoció ni sabía de su detención.

Este no es el único caso de discriminación religiosa, el año pasado Shijo Kokkattu, un profesor de la India, fue denunciado por un compañero de trabajo por descargar una imagen de la Virgen y algunos cantos marianos en el computador de la escuela.

Las islas Maldivas son el único país del mundo junto a Arabia Saudita donde el gobierno asegura tener una población 100 por ciento musulmana. No existe la libertad religiosa y la ley prohíbe hablar de otras religiones que no sea la musulmana, tampoco están permitidas las iglesias o lugares de culto así como la oración en público y la importación o distribución de material de carácter cristiano, como por ejemplo una Biblia.

Según informó el diario italiano Avvenire, después del año 1998 todos los misioneros del país fueron expulsados y a los visitantes solo les está permitido practicar su fe de manera privada e individual.

La mínima sospecha sobre la introducción de identidades distintas al musulmán conlleva automáticamente a la expulsión y la detención.